jueves, 27 de agosto de 2009

Thrall of judgement #1

"Cae la hoja sobre la cabeza del pecador, caen las lagrimas rojas que besan la muerte"

Palabras del Gran Magistrado Chiaronte.


Cae el dia augusto y entrega el reino de lo vivo a la palidez de lo lejano. Este es mi dominio, donde lo oscuro esta vivo. Mis dientes rechinan con el sabor del temor al ver mis nuevas presas. Tienen la cabeza envuelta en trapos viejos que ya conocieron otros desgraciados, sus manos atrapadas por pesados grilletes metalicos.
Me detengo ante el primero, un joven raquitico de apariencia bastante pobre. Lo encontre hurgando en los campos cercanos, buscando algun animal rastrero para comer. Idiota, si no se hubiese acercado tanto... y helo aqui, temblando como una hoja, pidiendo piedad.
Solo el filo da piedad, su cuerpo cae sin vida liberando su alma para unirse a mi juicio omnipotente, el perdon exquisito de quitarles un tiempo prestado, remilgado de los verdaderos destinos que con su deseo mueven los astros.

Against the house of the rising sun #1

Nunca lo hubiera adivinado. Su rostro parecia quejarse, pero los muertos no se quejan. Y sabia que tenia que dejar la cantina, ya era hora.
El sol se desmayaba contra las montañas lejanas dejandome saborear un desierto demasiado hostil. Pero no, no lo supe percibir. Tenia los ojos abiertos, mirando el cielo, reflejandolo. Su boca parecia hermosa, de la manera en que solo un difunto puede serlo. Ese fragil muchachita con el corazon penetrado por la bala de un revolver desconocido me invitaba a acompañarla, a besar la piel cubierta de arena y sangre. Deje el vaso vacio en la barra. Deje los años atras en un escote furtivo. La cargue en mis brazos abandonando ese tugurio, heroicamente hombre, recortando el polvo con mi andar. Oli su perfume a flores viejas, palpe el vestido blanco. Maldita sea si soy un heroe.

Ese viejo cabalga contra la noche, envuelto en cicatrices de guerras perdidas y de batallas conquistadas, cabalga un corcel negro que sabe como esculpir el desierto con su galopar.
Eso si que es un heroe.

[There is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it's been the ruin of many a poor boy
And God I know I'm one

"The Animals - The House of the Rising Sun"]

miércoles, 26 de agosto de 2009

The Shadowfell Passage #1

Ambos aventureros encontraron la puerta sellada, pesados barrotes de hierro la cruzaban y entre ellos se allaba inscrutada la cabeza de un cuervo. Aunque la vision de tal mutilacion no les gusto para nada decidieron continuar. A golpes de martillo comenzaron a aflojar los goznes y no tardaron mucho antes de lograr abrirla, sin duda no sabian que esperar, pues al asomarse tan solo pudieron distinguir una escalera en espiral que descencia y se hundia en la mas pesada oscuridad y no solo eso, un viento frio los golpeo salvajemente.
Prendieron las antorchas que cargaban entre sus posesiones y las encendieron, al acercarlas sobre el abismo que rodeaba la escalera solo atisbaron una negrura incomensurable. Tan solo dieron unos pasos hacia adelante cuando la puerta se cerro de un golpazo. Una vez mas el frio viento. Uno de ellos, el mas avispado, noto como las sombras parecian reforzarse. Se contraian y volvian a afianzarse en su lugar. Luego de unos escalones mas este extraño movimiento empezo a ser acompañado de susurros, gemidos casi, si antes de entrar les parecia extraño ahora sabian que no habia sido la mas brillante desicion. Sin decir palabra ambos apresuraron el paso, moviendose rapidamente mientras las antorchas flameaban y amenazaban con extinguirse, se enfrentaron con escalones engañosos de alturas dispares, con piedras flojas y telerañas. Nada importaba.
Aproximadamente diez minutos mas tarde llegaron al final de su recorrido. El viento aqui era mas fuerte y parecia ser una corriente constante que producia un aullido intenso. En un breve momento de calma escucharon algo mas. Los quejidos se habian elevado y eran ahora acompañados por el ruido de piez arrastrandose, objetos metalicos chocando.
Al joven acolito le temblaba la mano cuando adelanto la antorcha. Terrible vision la que les fue revelada! Unos ojos vacios se encontraron con el fuego, una cara palida, hecha de hueso aullo con furia. A esta se le unieron otros tantos quejidos. Detras algo se movio, el guerrero se dio vuelta y vio a una enorme tarantula descender por las paredes acompañada de un sequito de arañas menores, ya no habia salida. Era pelear o morir...

Y fue el dia primero.

Cree la ciudad, antes que nada.
Una ciudad falsa, sin tiempo. Donde las cosas que transcurren mas parecen ser una ilusion, y si, asi es!
Todo en ella es un reflejo porque amigo mio, has entrado en la ciudad de los espejos donde los vientos golpean con fuerza y voz. Donde los caminantes son solo desperdicios y yo, silueta inerte, he muerto y renacido, postrado mis caras y mis desaciertos.

Luego vinieron los dioses, ellos, con sus representaciones bastardas. Reflejados en lo mundano del ser, idolatrados meramente de vez en cuando sin saber que sus pobres estatuas se han vuelto grises y vacias. Ya nada queda en el cielo ni en el infierno.

Y tal vez por estas dos creaciones... sea que hoy me paro ante Hoellentor nuevamente, miro con ojos lagrimosos y asustados pero , ya, decidido a encontrar en ella lo que mi humanidad ha perdido

Doy gracias a mis mundos internos.
Luis Ezequiel Zarate.
 
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